- Los científicos todavía están aprendiendo sobre los efectos prolongados que tienen los cigarrillos electrónicos en la salud.
- Algunos de los ingredientes contenidos en el aerosol de los cigarrillos electrónicos también podrían ser dañinos para los pulmones a largo plazo. Por ejemplo, algunos de los saborizantes en los cigarrillos electrónicos podrían ser seguros para comer, pero no para inhalar, porque el aparato digestivo tiene la capacidad de procesar más sustancias que los pulmones.1
- Los cigarrillos electrónicos con baterías defectuosas han provocado incendios y explosiones, algunos de los cuales han causado lesiones graves.
- Hay niños y adultos que se han intoxicado por tragar o inhalar el líquido de los cigarrillos electrónicos, o por absorberlo a través de la piel o los ojos. A nivel nacional, el 50 % de los llamados a los centros de control de intoxicaciones y envenenamientos a causa de los cigarrillos electrónicos son por niños de 5 años o menos.
- El aerosol de los cigarrillos electrónicos NO es un “vapor de agua” inofensivo.
- El aerosol de los cigarrillos electrónicos que los usuarios inhalan y luego exhalan puede contener sustancias dañinas y potencialmente dañinas, como las siguientes:
- Nicotina.
- Partículas ultrafinas que pueden inhalarse y llegar al fondo de los pulmones.
- Saborizantes como el diacetilo, que es una sustancia química vinculada a una enfermedad grave de los pulmones.
- Compuestos orgánicos volátiles.
- Sustancias químicas que causan cáncer.
- Metales pesados, como níquel, estaño y plomo.1
- El aerosol que los usuarios inhalan y exhalan de los cigarrillos electrónicos puede exponerlos a ellos mismos y a las personas que estén cerca a sustancias dañinas.
- Para los consumidores es difícil saber qué contienen los productos de los cigarrillos electrónicos. Por ejemplo, se ha descubierto que algunos cigarrillos electrónicos que se comercializan como productos con un 0 % de nicotina sí contienen nicotina.
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